sábado, 26 de septiembre de 2009

LEY DE LA ATRACCION - Y como modificar el destino

En mi anterior artículo hable que el destino se puede modificar con nuestro libre albedrío. Ahora bien, al principio suena contradictorio porque ustedes se estarán diciendo: Si el destino está escrito y de antemano nuestro futuro esta definido ¿cómo es que puedo modificar algo que ya está predefinido de antemano?. Y profundizando el interrogante, también se pueden preguntar ¿si puedo modificar mi futuro desde el presente, entonces significa que puedo modificar mi presente desde el pasado?, porque después de todo nuestro presente no es otra cosa que el futuro de nuestro pasado (disculpen el juego de palabras, pero esto permite entender el concepto que quiero transmitir).

Como verán hoy tendrán que acomodarse bien en el asiento y abrir bien la mente para interpretar un concepto que cambia totalmente el paradigma que uno tenía hasta hoy sobre el transcurso del tiempo, en realidad para entender la ley de la atracción debemos cambiar todos los paradigmas que conocíamos hasta ahora.

Nosotros vivimos en cuatro dimensiones, tres espaciales: largo, ancho y alto, es decir el clásico cubo tridimensional y una cuarta dimensión temporal.

El clásico entendimiento del tiempo es: Hay un principio y un recorrido lineal de dicho tiempo, sin embargo contrariamente a lo que creíamos saber el tiempo no es lineal sino curvo.

Albert Einstein, empezó a dar las bases de este entendimiento en la llamada Teoría de la relatividad general formulada en 1916.

“Uno de sus resultados más importantes fue la equivalencia entre masa y energía, según la conocida fórmula E=mc², en la que c es la velocidad de la luz y E representa la energía obtenible por un cuerpo de masa m cuando toda su masa sea convertida en energía.” Fuente consultada: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/einstein/relatividad.htm

Es decir aunque no está comprobado, en teoría cuando la masa de toda una persona es convertida en energía total al alcanzar la velocidad de la luz, se estaría en la posibilidad de viajar a través del tiempo. Pero esto traería la paradoja de sus detractores que dicen que si uno viajara al pasado y matara a su propio abuelo cuando todavía era un chico, no podría haber existido en el futuro al no poder haber nacido.

Sin embargo mi objetivo no es hablar del viaje a través del tiempo con nuestra masa, es decir de nuestro cuerpo, sino del viaje que nuestro subconsciente realiza constantemente recorriendo el pasado y el futuro tanto desde nuestras vidas pasadas, hasta nuestras vidas futuras.

Ahora bien, en la ley de la atracción nuestro subconsciente es el encargado de transmitir al “Universo” nuestros deseos para que se cumplan los objetivos que nos propusimos y éste mismo nos informa, si es que cumplimos correctamente los distintos pasos que hay que ejecutar por medio de ponerse en acción, cuándo llegó el momento de recibir lo solicitado.

Y como se comunica el subconsciente con nosotros sucede de distintas maneras, pero generalmente ocurre con lo que denominamos la intuición. Una intuición que iremos afinando con la práctica, que nos dirá que camino debamos tomar cuando se nos presenta el momento de la decisión.

Y aquí es donde entro de lleno al concepto del artículo de hoy: Con la intuición el subconsciente nos está comunicando siempre lo que solicitamos y también nos va advirtiendo de ciertos pasos que debemos cambiar para no perjudicarnos en nuestro futuro.

Es decir el subconsciente viene de nuestro futuro para advertirnos que si no cambiamos nuestra próxima acción se cumplirá el destino que nos va a suceder en el futuro y que es perjudicial o peligroso para nosotros.

Hay estadísticas realizadas por ejemplo de las personas que han sufrido asaltos que minutos antes tuvieron el presentimiento de que serían asaltadas.

Pero como siempre digo, lo que yo u otros autores digan no debe tomarse como la verdad absoluta, debe recibirse como la posibilidad de encontrar el camino para que nosotros mismos de la forma que mejor consideremos busquemos e investiguemos de distintas fuentes esa información que estamos recibiendo en dicho momento, para ya desde otra perspectiva saquemos nuestras propias conclusiones sin dejarnos influenciar por lo primero que se nos dice.

Esto último viene en referencia de que debemos buscar en nuestras propias experiencias presentes y pasadas para tener pruebas fehacientes de lo que vamos tomando conocimiento y que son distintas de los paradigmas que teníamos prefijados hasta el presente.

Con esto quiero decir que recordemos los casos en que tuvimos la intuición de que tal amigo nos iba a llamar o pensamos en ese momento de él y por arte de magia el teléfono sonó y o casualidad era él.

O por ejemplo cuando vamos a cruzar una bocacalle y tenemos el presentimiento que debemos hacerlo por la otra esquina y a continuación sucede en esa esquina que esquivamos un accidente.

Los ejemplos pueden ser muchos, la mayoría de las veces hasta podrán ser insignificantes, pero suceden, recuerden y verán que siempre alguna intuición se hizo realidad.

Algunos dirán, sí eso sucede pero es casualidad. En la ley de la atracción la casualidad no existe, sólo existe la causalidad. Todo se produce como consecuencia de algún acto consciente o inconsciente, pero nada sucede sin que algo haya influenciado para que sucediera.

De lo contrario el predecir que va a suceder tal o cual cosa violaría la ley de probabilidades, por la posibilidad en millones de que suceda. Y como digo la intuición de que va a pasar tal o cual cosa y sucede les va a pasar más seguido de lo que se imaginan si empiezan a agudizar su percepción.

Muchas de las predicciones de Nostradamus se cumplieron, es decir él conocía de antemano lo que iba a suceder en el futuro respecto a ciertos actos o personas. Y si alguien hubiese podido interpretar lo que decían dichas predicciones antes de que sucedieran (ya que todas estaban escritas en clave para que nadie las pudiese descifrar en el momento en que las escribió), podría haber por lo tanto cambiado el destino.

Es decir si uno puede conocer su destino de antemano lo puede cambiar. Nostradamus lo podía hacer con siglos de anticipación y respecto a otras personas o grupos de ellas.

En cambio nosotros o por lo menos la mayoría, lo podemos hacer tal vez con minutos de adelanto y sólo para actos que influyen sólo sobre nosotros y cuando ello implica corregir los acontecimientos que puedan ser perjudiciales para nuestro futuro.

Y como dije ello se logra por la intuición, que es el medio por el cual nuestro subconsciente se comunica con nosotros. Pero para ello debemos aprender a estar más perceptivos y a entender “esos mensajes”.

Cuantos de esos mensajes recibimos por día, no lo se. Pero sí se que existen por experiencias propias y como lo dije anteriormente si buscan ejemplos en ustedes mismos los encontrarán.

Hasta ahora les explique como podíamos cambiar el destino, pero para entender más científicamente el concepto desarrollado en el presente artículo debemos adentrarnos al conocimiento que brinda la Física cuántica, que por su extensión lo explicare en el próximo artículo, incluido que es lo que sucede a partir del momento que uno estaría cambiando no sólo el futuro sino también el pasado como indique al principio de este artículo.

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.