lunes, 22 de febrero de 2010

LEY DE LA ATRACCIÓN - El péndulo

Este artículo es como una continuación del anterior y también lo podría haber denominado una de cal y una de arena.

En mi último post yo arranque diciendo que no sabía que escribir, en cambio con este otro me ocurrió lo contrario, tengo 5 temas para desarrollar:

1º) LEY DE LA ATRACCIÓN – El péndulo
2º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Dar para recibir
3º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Mensajes y comunicaciones
4º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Mi meta
5º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Libros ¿Ventas de vivos o compras de...?

Lo que no quiere decir que vaya a respetar ese orden de publicación, o incluso que intercale algún tema nuevo que se me ocurra en el transcurso de las semanas venideras.

Pero en definitiva lo importante de esto, es que si ustedes leyeron el anterior artículo, verán como pasé de un extremo (inicialmente pesimista) al otro (rebosante de energía).

¿Porqué me sucedió ello?. Es lo que se denomina la Ley del péndulo.

La ley de la atracción es la ley madre, pero ésta está compuesta por una sucesión de leyes, que en la medida que sepamos cuando hacen su aparición, o en su defecto cuando apliquemos sus postulados correctamente, será en ese momento que obtengamos el mejor fruto de su utilización.

Y en este caso particular voy hablar de la citada Ley del péndulo, que en el Kybalion se lo conoce como “El principio del ritmo”, es así que en la página Nº 18 del referido libro dice:

“Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento a la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.”

¿Esto qué quiere decir?. Que en la vida nos movemos al ritmo de un movimiento pendular, vamos continuamente deslizándonos de un polo al otro. Según la bibliografía al respecto, sólo en raras ocasiones se llega al extremo de cada polo. Pero sí, ese balanceo es simétrico de un lado hacia el otro.

Y este movimiento pendular es Universal, afecta a las Naciones, personas, animales, etc. Y en todos los ordenes de la vida, en las actividades comerciales, sentimientos y emociones, en definitiva en todo lo que nos relaciona en nuestro diario vivir.

Por esa razón indefectiblemente luego de una etapa optimista vendrá una pesimista o viceversa. A un momento de altos éxitos comerciales, le vendrá su opuesto de malos resultados económicos y así con todo.

Ahora bien, ¿cuánto dura cada ciclo pendular?. Pues ello varia de que estemos hablando.

A nivel económico se calculan ciclos de nueve años, donde al cabo de cada ciclo se produce el año de menor beneficio económico.

Pero también están los movimientos pendulares que duran un día, una semana, un mes, todo dependiendo de que tema material o psicológico estemos tratando.

Por eso hay veces sin ver una razón valedera, pasamos de estar eufóricos a tener un pesimismo que nos tira al suelo.

Entonces el tema está en reconocer que esos momentos negativos que tenemos en los sentimientos, emociones, en lo económico, no depende necesariamente de nuestra actitud mental.

Es decir por un lado está lo que dice la Ley de la Atracción propiamente dicha: A pensamientos negativos nos vendrán acontecimientos perjudiciales y con pensamientos positivos atraeremos hechos beneficiosos.

Pero por otro lado está ésta Ley del péndulo, la que independientemente de nuestros pensamientos actuará sistemáticamente.

Es aquí, donde debemos detenernos a analizar esto y ver que cuando nos pasa esos momentos de angustia, desazón, pesimismo (cuando en realidad veníamos de experimentar buenos momentos de la vida), significa que el moviendo pendular cambió de dirección.

Y ante esa circunstancia debemos entender que es consecuencia de esta ley y no porque seamos unos inútiles de no saber disfrutar los buenos momentos, que tengamos esas sensaciones de pesimismo.

Por lo tanto al entender esto, podemos estar preparados y en guardia para cuando se nos presenten esas etapas de pesimismo.

Digo en guardia, porque cuando llegue ese instante debemos salir lo más rápido posible de esa situación, para que los efectos de esa etapa se reduzcan al máximo y produzca el menor daño posible, e incluso llegar a anular totalmente sus consecuencias.

Ahora bien, para explicar como debemos neutralizar ese movimiento pendular “negativo” me remito al comienzo de este artículo y al artículo anterior propiamente dicho.

Cuando la semana anterior no se me ocurría sobre que escribir, en vez de dejarme vencer por el pesimismo y decir lo dejaré para mañana o pasado cuando me venga alguna idea a la cabeza, apliqué la fuerza de la voluntad y sentado frente a la computadora empecé a escribir lo primero que mis sentimientos me dictaban y automáticamente fueron surgiendo un párrafo tras otro.
Es decir al opuesto de “no puedo” le impuse el “sí puedo”. Esto también lo explique un poco en uno de mis primeros artículos donde explicaba como neutralizar los pensamientos negativos.

Y como consecuencia de lo anterior terminé escribiendo dicho artículo. Pero esto es sólo la mitad de la verdad.

Pero antes de explicar esa otra mitad de la verdad, quiero dejar en claro desde que posición hago este análisis y el de todos los artículos que he escrito.

Siempre digo respecto a la Ley de la atracción que yo soy un estudiante y a su vez un investigador de sus preceptos. Estudiante porque voy aprendiendo de lo que los autores consagrados vierten en sus libros, e investigador porque realizo “pruebas de campo” para verificar esas mismas enseñanzas que voy recopilando por medio de mis propias experiencias.

Y realizo dicha aclaración, porque cuando realice la explicación de cómo se produce el efecto que contrarresta el movimiento pendular negativo, debe considerarse al mismo como una teoría en experimentación.

Y digo experimentación, porque si bien se cumplió conmigo, fue hasta ahora la única vez (en forma consciente), por lo tanto para considerarse como una teoría probada, como toda experimentación deben repetirse sus resultados en el tiempo en mi persona y en todas las que lo apliquen, para de esa manera saber que es la correcta.

Por lo tanto mi actitud es aprender al mismo tiempo que voy enseñando.

Entonces realizada la aclaración pertinente, explico a que me refiero con la otra mitad de la verdad:

Al comienzo de este post dije que pasé del pesimismo del anterior artículo al mayor optimismo.

Entonces ante este hecho “paré la pelota” y me dije: ¿qué pasó?. De casi no poder escribir un artículo hace siete días, ahora tengo cinco temas para escribir.

Así que analicé los hechos y saqué las siguientes conclusiones:

1º CONCLUSION

El movimiento pendular se realiza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, con la particularidad que cuando el péndulo está llegando (tanto de un lado como del otro) a la parte más elevada, su velocidad va disminuyendo.

2º CONCLUSION

Ante un sentimiento negativo (muestra de que ingresamos al polo pendular negativo), puede ocurrir dos cosas: Una, que nos pongamos más negativos, más tristes y como consecuencia de ello produzcamos una reducción de la velocidad pendular negativa. Por lo tanto tardaremos más en salir de dicho “sector pendular”, ya que recorreremos la misma distancia en mayor tiempo, para recién mucho después retornemos al moviendo pendular positivo.

3º CONCLUSION

Por contraposición a la segunda conclusión, cuando yo me impuse la fuerza de la voluntad por escribir a toda costa el artículo que inicialmente no podía realizar, produje que la velocidad pendular negativa se acrecentara a tal magnitud, que recorrí esa distancia negativa tan rápido que no sentí sus efectos adversos. Y por otro lado esa inercia impresa por “la fuerza de la voluntad”, me impulsó como rebote sin saberlo al otro extremo del péndulo (el polo positivo).

4º CONCLUSIÓN

Entonces como conclusión final vemos como se comporta en forma diametralmente opuesta el pesimista y el optimista ante las mismas situaciones de los periodos pendulares negativos y positivos:

El pesimista cuando ingresa a ese sector negativo, como cuando uno se cae en un pozo, en vez de querer escalar para salir, inconscientemente toma una pala y sigue cavando para abajo, profundizando su estadía en este punto.

En cambio el optimista como lo explique más arriba potencia su optimismo sacándole el mayor provecho a su permanencia en este movimiento pendular positivo.

Pero el análisis más sorprendente de esta situación es que el pesimista cuando ingresa al movimiento pendular positivo se mantiene mucho menos tiempo que el optimista. Ahora uno se dirá: Pero cómo, que tonto no querría estar más tiempo pasando buenos momentos.

Pues el pesimista es lo que hace, como dije más arriba no en forma consciente, pero dada su forma de pensar, de la misma manera que cuando está en la etapa negativa se dice así mismo: Esto me pasa porque lo merezco, porque no soy un ganador. Cuando está en la etapa positiva siguiendo la misma conformación de pensamiento se dice: Esto no me va a durar mucho, pronto volveré a ser un perdedor como toda mi vida.

Es decir en el movimiento pendular negativo disminuye la velocidad permaneciendo más tiempo en dicho período y en el movimiento pendular positivo contrariamente aumenta la velocidad saliendo más rápido de dicha etapa positiva.

De tal forma que veremos que en cada rango de moviendo pendular calculado en porcentajes, en cuanto la persona sea más pesimista permanecerá un 70% o más en la etapa negativa y sólo un 30% o menos en el período positivo.

Mientras que estos porcentajes se invierten en quien emplea una mentalidad positiva.

Y volviendo al ejemplo con que inicie este post, algunos dirán que escribir artículos no es algo importante, incluso los periodistas escriben artículos todos los días (yo lo hago sólo semanalmente).Y yo les podría responder sí tiene razón.

Sin embargo no importa si lo que estamos analizando o haciendo es muy importante o poco, el tema está en no dejarnos vencer por esa circunstancia, sabiendo que tiene mucho que ver la ley del péndulo y no sólo nuestra personalidad.

Entonces como el ejemplo que di, si no aprendemos a reponernos rápidamente de situaciones pesimistas de poca importancia, ¿cómo aprenderemos a enfrentar y sobrepasar las que si son realmente importantes y valiosas para nuestra vida?.

Así que cuando uno presienta que está ingresando en el movimiento pendular negativo hay que poner toda la fuerza de la voluntad posible, para dependiendo de lo que se esté haciendo salir lo más rápido de dicha situación.

Ahora siguiendo un poco con la profundidad de este análisis, ustedes se pueden estar preguntando: ¿En definitiva porqué existe la Ley del péndulo?.

Yo no soy Dios para responderla, pero sí puedo decir por experiencia que las piedras en nuestro camino permiten que impongamos nuestra fuerza de la voluntad y ejerzamos la perseverancia.

Y dicha combinación es la que da combustible a nuestras acciones y metas para que nuestros deseos crezcan junto con nuestras emociones, lo que permitirá la concreción de los mismos.

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

lunes, 15 de febrero de 2010

LEY DE LA ATRACCION - A no rendirse jamás

Hoy es el día que en cada semana me siento frente a la computadora para redactar mi próximo artículo.

Pero a diferencia de los 33 artículos ya escritos a lo largo de 8 meses, en este primer momento no sé sobre que escribir.

En la ley de la atracción todo es consecuencia de algo. ¿Será que hoy estoy desanimado?. Porqué la cuestión no es escribir, sino sobre que tema hablar; y miren si hay temas para desarrollar.

Entonces aquí es donde tengo esa sensación que veo en muchos otros cuando ante una situación adversa se dicen: No puedo seguir. Y es justamente lo contrario, cuando uno se siente abatido, sin respuestas, sin saber que camino tomar, o sabiéndolo ve que todas las direcciones son escabrosas, la respuesta es una sola: ¡Seguir!

Obviamente que no me refiero a seguir haciendo un trabajo cuando el cuerpo está fatigado y el cansancio es la respuesta natural a la necesidad de tomar un descanso; sino me estoy refiriendo específicamente a la parte espiritual, cuando la única razón de no continuar con nuestra meta es la desazón.

¿Ahora cómo enfrentamos ese “muro” que nos detiene?, el cual sabemos que nuestro cuerpo lo puede superar, pero en ese momento nuestra mente nos dice “no puedo”.

Pues como yo siempre digo: La palabra no puedo no existe, sólo existe la fuerza de la voluntad sostenida por la perseverancia.

Entonces ahí cuando nos sentimos vencidos, es cuando debemos saber que no estamos vencidos y debemos sacar dentro de nosotros esa voluntad de hierro para continuar con nuestro objetivo propuesto.

Recuerden siempre cuando uno se siente abatido es cuando más hay que luchar, porque eso es una señal de que el próximo éxito se encuentra cerca.

Y lo anterior tiene una relevancia doble, porque en la medida que tú sepas que no te puedes rendir ante ninguna adversidad, volcarás una energía positiva que te beneficiará directamente en tu autoestima y además en la medida que ello sea una forma de vida, los demás también lo verán en ti y como consecuencia recibirás también la energía positiva de los demás.

Es decir, lo que he dicho en otro artículo: mírate como a un ganador y serás un ganador. Compórtate como un ganador y te tratarán como a un ganador.

Pero atención, lo anterior siempre basado en un comportamiento humilde, porque lo contrario sería el típico fanfarrón que se “las cree” y en realidad no vale nada y quiere tapar su falta de seguridad gritando a los cuatro vientos que es importante.

El verdadero ganador es aquel que con humildad sigue adelante creyendo en sus propias fuerzas.

Y es ganador no necesariamente el que sale primero en alguna competencia, sino principalmente es un triunfador aquel que trata de ser cada día mejor.

Y volviendo al concepto de no rendirse jamás, voy a hacer la siguiente analogía para que comprendan lo que quiero transmitir:

Supongamos que es la final del Campeonato Mundial de Fútbol y como todos saben cada jugador debe jugar los 90 minutos de juego.

¿Ustedes van a pensar que porque a un delantero le sacan la pelota a diez metros del arco durante los ochenta minutos de juego, estando 0-0 se va a rendir?. No, va a seguir durante los 10 minutos faltantes, porque sabe que en cualquier momento se le puede dar la oportunidad de meter el gol que lo eleve a la mayor victoria de su vida.

Sí, aun cuando en algunos de esos 80 minutos pasados le hayan hecho faltas, tirado al suelo, empujado, insultado, él seguirá insistiendo defendiendo la camiseta que lleva puesta, porque por sobre todas esas adversidades que pudo haber sufrido durante el transcurso del partido, él sabe como goleador que tras el esfuerzo realizado, le está esperando la Copa del Mundo para ser levantada entre sus manos.

Ese deseo que ese jugador tiene, debe ser la luz que nos guié a cada uno de nosotros en nuestro porvenir.

Por lo tanto, cada año de nuestras vidas debemos tomarlo como una final del Mundo, donde nos harán faltas, donde a veces alguna jugada no nos saldrá bien.

Pero lo importante es saber que podemos y que lo que fácil se consigue no tiene valor, por ello cuanto más escarpado sea el camino, debemos pensar que nuestra recompensa será más gratificante.

Entonces en esos momentos que nos sintamos abatidos debemos mirar hacia delante y divisar la Copa del Mundo que nos está esperando, porque hasta que no termine el tiempo, el partido nunca está perdido.

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lunes, 8 de febrero de 2010

LEY DE LA ATRACCION - Ojo por ojo, diente por diente

La frase que da título a este artículo proviene de la Ley del Talión, la cual (esta ley en específico) se instauró para poner un límite a la toma de venganza. A tal efecto cito a Wikipedia:

“El término ley del talión (latín: lex talionis) se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. De esta manera, no sólo se habla de una pena equivalente, sino de una pena idéntica”

Ahora bien, con la ley de la atracción veremos que este término se aplica por uno mismo y hacia sí mismo.

Ya que al atacar o dañar a alguien, incluso cuando creemos que estamos defendiéndonos del otro devolviendo verbalmente el insulto, lo único que estamos haciendo es abrir el camino para que ese “dardo” que lanzamos nos retorne de una forma equivalente e incluso por alguien que nunca conocimos.

Lo anterior no quiere decir que debas andar por la calle dejando que te insulten y te peguen sin hacer nada.

Sin embargo hay muchas ocasiones que ante por ejemplo un ataque verbal, uno debe detenerse por un momento, pensar en frío y responder si es que se justifica, no de la misma forma, sino demostrando altura y sin ánimo de venganza, porque de lo contrario, el odio nos atraerá más odio, el dañar nos atraerá más daño y así con todo.

Esto lo traigo a colación porque a causa de los últimos artículos que escribí recibí en algunos de los más de 20 sitios en que subo mis post algunas críticas, pero críticas despiadadas, insultantes y sin ningún fundamento que sustenten ideas o conceptos distintos a los expresados por mí, sino siendo su único objetivo dañar e insultar descaradamente al que opina distinto o que humildemente ofrece su parte de la verdad.

Entonces ante esos insultos, yo tuve que respirar hondo y responder a dichos comentarios sin dejar que la venganza aflore, aún cuando uno supiera totalmente que lo dicho es verdad, ya que la venganza como dije más arriba nos vuelve más tarde como un bumerang.

Y respecto a esto último que mejor que citar a la Biblia:

“Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes” (LUCAS 6:31)

Y respecto a los insultos voy a comentar una anécdota para luego comparar la diferencia de cómo se percibe un insulto cuando se conoce la ley de la atracción, respecto a cuando se ignoraba su existencia:

Cuando tenía 16 años, como uno de los tantos días entro al aula de mí escuela (turno tarde) y al sentarme en mi banco (era la primer hora de clase) me encuentro sobre el mismo un portaminas de calidad que alguien se había olvidado.

En ese momento sólo atine a guardarlo para después ver que hacer. Y a los dos minutos de comenzar la clase, entra al aula un alumno del turno mañana que regresaba para preguntar si alguien había encontrado su portaminas.

Ante ello no lo dude, lo llame y se lo reintegre. Luego de retirarse agradeciendo, de los 40 alumnos que había en el curso, casi al unísono más de 20 me gritaron estúpido, etc, etc, y etc.

Sin embargo al salir al primer descanso, en forma separada a lo largo de esos 10 minutos que duraba el intervalo se fueron acercando 3 de mis compañeros, para a diferencia de los otros 20 ó 30, decirme humildemente “te felicito”.

Si bien no me molestó los insultos de los demás (y no es que yo fuera la alfombra de nadie, porque cuando me tenía que agarrar a trompadas no me achicaba ante nadie), esos apoyos que había recibido brindaban un sentimiento como si en realidad hubiesen sido 3000 las personas que se habían acercado para felicitarme.

Y aquí no tiene nada que ver si uno conocía o no la ley de la atracción, el ser un hijo de su madre o una persona honrada, se obtiene por poseer o no una buena enseñanza de cómo proceder ante los demás. Lo que permite el conocimiento de la ley de la atracción es encontrar más fácilmente el camino que uno desea y en definitiva saber como aplicar correctamente esta ley.

Entonces terminando esta anécdota, si uno sabe que está haciendo lo indicado no importa los insultos que uno pueda ir recibiendo en la vida, lo importante son las palmadas que Dios a su manera te ira dando cada vez que eliges el camino correcto.

Y volviendo al tema de los insultos que he recibido últimamente y el sentimiento que uno debe tener ante ellos, con la ley de la atracción he aprendido que no sólo no me molestan, sino que me agrandan, porque he comprendido que son señales de nuestro propio ego que muestra que sé esta rasgando las vestiduras porque está perdiendo su dominio sobre nuestra mente.

El ego al ver que uno está eligiendo la dirección del Espíritu Santo reacciona poniendo ante nuestro camino situaciones para que respondamos con el ataque, que producirá más ira y por consecuencia el crecimiento del ego, al creer que por vencer al prójimo (por más que tengamos razón) nos convertimos en más importantes que el otro.

Así en la mayoría de los comentarios que se expresan con insultos vacíos de contenido, respondo con los siguientes párrafos:

“Antes que nada dejo asentado que acepto las críticas, después de todo las sociedades inteligentes son aquellas que confrontan ideas o puntos de vistas distintos, porque por medio del disentimiento todos crecen y aprenden del otro, enriqueciéndose nuestros propios conocimientos.”

“Por ello lo importante es que las críticas sean constructivas y con respeto, ya que lo que se dice con respeto tiene mayor peso y relevancia y realza al interlocutor que las expresa. Mis expresiones fueron vertidas con educación y respeto y espero que sean interpretadas de esa forma.”

Entonces he aprendido que, cuanto más me insultan sé que estoy más cerca de obtener el conocimiento que todos buscamos sobre la ley de la atracción.

Y para despedirme en esta ocasión voy a citar una frase popular:

“Ladran, Sancho.........señal que cabalgamos”

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lunes, 1 de febrero de 2010

LEY DE LA ATRACCION - ¿Dios es ateo?

No podrán negar que el título que puse para este artículo tiene gancho. Ahora bien ¿porqué hice esto?.

En mis últimos artículos hablé de Dios, Cristo y la Biblia y eso puede resultar como subjetivo para quien no acepta las creencias cristianas porque pertenece a otra religión o incluso porque sea ateo.

Entonces con mí título trate de atraer a aquellas personas que buscan por medio de Google artículos que traten sobre la ley de la atracción sin un costado tan “cristiano”, lo cual les resulta “chocante”, ya sea porque pertenecen a otras religiones o como dije más arriba, porque directamente son ateos.

Pero ojo no malinterpreten lo que quiero transmitir, mi objetivo no es quedar bien con todo el mundo, sino permitir que las enseñanzas de la ley de la atracción lleguen a todos, sin querer pretender ni creer mucho menos que el cristianismo tiene la primicia del “secreto”.

Después de todo yo mismo tuve que dejar de lado las creencias tal cual me las inculcaron de chico, porque fui verificando con mis propias experiencias la falsedad en algunos casos, o principalmente, la tergiversación de la palabra de la Biblia, haciéndonos creer cosas distintas de sus verdaderos significados, pero por sobre todo ocultándonos adrede el mensaje encubierto que la misma posee, por considerar durante siglos que la masa del pueblo era ignorante para obtener el “conocimiento” o directamente porque sabían que cuanto más tiempo y a mayor cantidad se la manteniese desinformada más fácil sería manejarlo (al pueblo) de la forma que quisieran.

Entonces, volviendo al objetivo de este artículo, yo uso la Biblia (tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento) no como un libro religioso sino como un manual de estudio para poder “doctorarse” en la ley de la atracción.

Los que profesan otras religiones podrán decir: ¿Cómo podremos creer en lo que dice la Biblia si sus testimonios provienen de Jesús o de sus discípulos?

Pues aquí es cuando les dijo lo que siempre vengo expresando: “Abran la mente” y empiecen a pensar con una mente creativa. Y para dar un ejemplo como acostumbro la mayoría de las veces, les vos a hacer la siguiente analogía:

Cuando ustedes se ponen a leer libros de distintos autores que tratan sobre la ley de la atracción, si sus enseñanzas les sirven, no van a dejarlas de lado porque su autor es musulmán, judío, protestante o de la religión que fuere; ni mucho menos van a cambiar de religión.

Entonces porque no tomar la lectura de la Biblia, o en su defecto las citas a que se refieren muchos autores cuando quieren verter las enseñanzas, para poder ejecutar exitosamente la ley de la atracción.

El hecho de que Jesús sea para muchos el hijo de Dios no quiere decir que como estudiantes de esta “Ley” lo dejemos de lado si sus palabras dan resultado.

A lo que me refiero es que a Jesús y a quienes escribieron la Biblia los debemos considerar como autores del libro más famoso del mundo, pero en definitiva para nuestro objetivo no dejan de ser autores.

Por lo tanto que importa si uno no cree, ya sea lo que dice una mayoría de que es el hijo de Dios, o no creen en lo que dice el resto de que era sólo un hombre. En definitiva que cambia para lo que nosotros pretendemos si Jesús era sólo un hippie barbudo.

¿Comprenden lo que quiero transmitir?

Lo que digo es: dejen de lado las connotaciones religiosas y fíjense en la cuestión de fondo.

¿Jesús es el mejor autor que trata sobre la ley de la atracción?

Sí, entonces aprendan de dichas enseñanzas y olvídense del resto, sin que por esto deban cambiar sus creencias religiosas o faltas de ellas si fuera el caso de que son ateos.

Y esto que digo se da también a la inversa, porque hay lecturas de libros sagrados de otras religiones, como por ejemplo las de medio oriente, que tienen también enseñanzas importantes que se asimilan a los conceptos de la ley de la atracción.

Entonces definiendo el objetivo de este artículo: Lo importante es encontrar las enseñanzas que nos ayuden a cumplir nuestros deseos por medio de la ley de la atracción, de quien provengan estas enseñanzas no tiene importancia, en la medida que primero por nuestra lectura objetiva y luego por nuestras propias experiencias vayamos verificando su veracidad.

Es decir lo que siempre repito, no se dejen llevar por lo que los demás ni yo mismo digan. Lean, investiguen, estudien y verifiquen cada párrafo que se les dice como verdad, para poder analizar detenidamente cada concepto nuevo que van aprendiendo y comprobar lo cierto de sus preceptos.

Y para terminar de redondear el concepto que estoy transmitiendo voy a plantear otra analogía, en este caso futbolera:

En todos los países hay ligas de fútbol de por ejemplo 30 equipos y en cada uno de esos países hay personas que por proximidad, cariño, simpatía o por la razón que fuere se hace hincha de un equipo u otro.

Hay veces que triunfa un equipo (una religión) y otras veces el campeonato lo gana otro y eso no quiere decir que la verdad del fútbol lo tenga ese equipo que ese año salió campeón, ni aún aquel que más veces haya ganado el mismo trofeo.

Y por otro lado están las personas que no les gusta el fútbol para nada y no son simpatizantes de ningún equipo (los ateos). Y esto no quiere decir que por esa razón van a negar las leyes que están escritas y que rigen al fútbol (ley de la atracción).
Concluyendo con la idea, hay distintas religiones, ninguna tiene la verdad absoluta, todas tienen un trozo de esa verdad, porque todos somos parte de Dios y en definitiva por distintos caminos buscamos llegar a Él.

Obviamente que Dios no es un viejo barbudo y panzón y todo poderoso, entonces que exista de una forma u otra (según como lo imaginemos) no tiene importancia.

Que Dios sea una bola de energía pura, tal vez, quien lo sabe. Lo que sí es cierto porque la ley de la atracción así lo verifica es que todas las personas somos una parte de un todo y que fuimos hecho a semejanza de Dios, no porque Él se nos parezca en la cara, sino porque nuestra mente es una parte de su mente y por lo tanto tenemos el mismo poder que Él, porque en definitiva somos Él.

A lo que voy para principalmente darles una base de entendimiento a los ateos, es que no importa de quien venga ese poder, ya sea que lo llamemos Dios, Universo, Naturaleza o como quieran llamarlo, ese “PODER” se materializa por la ejecución de una serie de leyes o preceptos que en su conjunto hoy se la conoce más como Ley de la Atracción.

Entonces, no importa a que religión pertenezcas o incluso si eres ateo, lo importante que debes saber es que la ley de la atracción funciona exactamente igual para todos, el que aprendas a ejecutar correctamente sus enseñanzas será el camino para poder cumplir todos tus deseos.

Así que ya sabes, lee todos los autores que quieras sin importar sus creencias personales, sólo ve verificando en tus propias experiencias si lo que expresan esos autores es correcto y en definitiva si ello te sirve en tu crecimiento y aprendizaje personal.

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