lunes, 31 de mayo de 2010

LEY DE LA ATRACCION - Exitos y fracasos

Éxitos y fracasos, la cara de una misma moneda.

Los que ya están compenetrados con la ley de la atracción, saben que el inclinarse más sobre el éxito o el fracaso depende de la mentalidad o pensamientos positivos que se arraiguen en nuestra mente.

Pero lo anterior es sólo parte de la verdad. Ya que para que funcione plenamente esta “ley” debemos aplicar dicho concepto siempre en movimiento, siempre avanzando. ¿Qué quiero decir con esto?

Que Dios nos dio la herramienta para poder ejecutar el dominio de dicha ley; pero para que ocurra esto, aparte de tener esa herramienta (los pensamientos y deseos positivos), debemos saber usarla; porque Dios quiero lo mejor para cada uno de nosotros, pero como mínimo también nos exige que trabajemos un poco en ello, de lo contrario nos hubiese creado a todos como gusanos y larvas.

Con lo expresado en el párrafo anterior quiero decir que, usar esa herramienta implica tener siempre una meta por delante que nos obligue a avanzar continuamente.

Es decir, con tener un deseo positivo no es suficiente, además a ese deseo hay que imprimirle ese “movimiento” que implica estar siempre detrás de esa meta que nos impusimos.

Entonces volviendo al concepto del éxito y del fracaso, ¿cuál es la diferencia por la cual una persona se queda anclada en un lado u otro?

Pues no es ni la buena ni la mala suerte; la diferencia se encuentra en la “actitud” con que enfrentemos las situaciones que nos toque sobrellevar diariamente.

Todos los días nos toca tirar la moneda para arriba. Cuando cae la atrapamos con la mano y vemos que cara nos toco.

Ahora veamos cómo se comporta el pesimista y el optimista ante la misma situación, cuando la moneda nos muestra la cara del fracaso.

Los que son por naturaleza pesimistas dirán: Ya no puedo, he llegado al final del camino.

Mientras que los optimistas contrariamente expresarán: Este fracaso es sólo el primer peldaño que me llevará a mi mayor éxito.

¿Se entiende la diferencia?; para el pesimista la misma circunstancia (el fracaso) es como un veneno para el espíritu, mientras que para el optimista el fracaso es el alimento que le permitirá crecer y obtener fuerzas para dar el siguiente paso.

Ya que lo importante es siempre dar el siguiente paso, el que viene por delante, ese que será siempre mayor al anterior.
Entonces al pesimista cuando la moneda le caiga con la cara del fracaso, se detendrá y quedará inmovilizado, por días, semanas y a veces por años, dependiendo de qué tipo de fracaso estemos hablando.

En cambio el optimista (el que ejecuta los preceptos correctamente de la ley de la atracción), cuando le toque la cara del fracaso, simplemente tomará la moneda en sus manos y la tirará inmediatamente para arriba tanta veces como fuera necesario, hasta que la moneda le caiga nuevamente con la cara del éxito.

Y cuando ello ocurre esa persona optimista disfrutará del momento, pero poniéndose a continuación constantes metas para seguir creciendo y buscando nuevos y mayores éxitos.

Por eso quedarse en el presente del fracaso es tan negativo como quedarse en el éxito del pasado; el único camino correcto es avanzar siempre pensando en el éxito del mañana.

Todos los días tiramos la moneda para arriba, todos los días la moneda es distinta a la anterior, cada vez más grande, porque siempre el éxito que nos espera por delante es mayor que el éxito que conseguimos ayer.

Todo éxito futuro siempre superará a todos los fracasos de nuestro pasado; entonces porque detenerse cuando el moverse para adelante sólo nos acerca más a nuestro próximo éxito.

Recién yo tire mi moneda para arriba, bien fuerte, bien arriba, esperando con “emoción” que me depara el futuro, tratando de intuir cuando caerá la moneda con la cara de mi mayor éxito.

¿Y tú, ya tiraste tu moneda para arriba?

Y me despido de este artículo repitiendo esta frase que es el corazón de la ley de la atracción y que dijo Jesús, según el evangelio de Marcos (11,23-24):

23-Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

24-Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Si deseas saber más sobre la ley de la Atracción y acceder a un directorio con los mejores enlaces de libros y artículos que tratan sobre la Ley de la Atracción y la Física Cuántica puedes ingresar gratis en http://secretoalexito.jimdo.com/

Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

lunes, 24 de mayo de 2010

LEY DE LA ATRACCION - La sombra del árbol mayor

En los campos donde se caracterizan por ser zonas ventosas, para proteger a las cosechas y éstas estén protegidas durante su crecimiento; del lado de donde viene el viento, los campesinos plantan a lo largo del campo una hilera de árboles, para que al momento de tener una altura adulta se forme una especie de muro que pare y/o disminuya el efecto dañino del viento sobre sus cultivos.

Es decir la planta pequeña se protege con la mayor, siempre y cuando este cerca pero no pegada a ella; porque de lo contrario si está muy cerca (además de otras razones), no recibirá el suficiente sol.

Un caso típico es el de los pinos: Abajo y alrededor de ellos no crece casi nada, porque la resina que cae de estos árboles mata al pasto que se encuentra debajo.

Hasta ahora hable de las plantas, pero con las personas pasa algo similar.

Hablemos por un momento para iniciar el concepto, de los mellizos: Antes se acostumbraba a vestirlos idénticos, etc., etc., etc.; pero hoy la psicología moderna dice que se debe procurar el despegue de ellos con el desarrollo natural de la personalidad de cada uno de ellos.

Lo anterior se hace así, porque se fue aprendiendo que los mellizos al ser muy semejantes por su similitud genética y como consecuencia de la influencia del entorno familiar y social, estos se desenvolvían como equipo. Y ello traía como consecuencia que el hermano con personalidad más fuerte dominase al otro, perjudicando el desarrollo intelectual del otro hermano.

Hoy día luego de aprenderse todo esto a fuerza de la experiencia, a cada hermano mellizo se aconseja vestirlo distinto al otro, e incluso se los manda si bien a la misma escuela, a salas o grados diferentes, para que cada uno desarrolle su personalidad con su propio grupo de compañeros y amigos.

Sin embargo esto también ocurre entre hermanos, que si bien no son mellizos, pero si se llevan poca diferencia de edad y principalmente más entre mujeres que los casos que se presentan entre los hermanos hombres.

¿Qué quiero decir con esto?. Generalmente esta característica se ve cuando las hermanas son chicas y está bien que así sea (el que la hermana menor tome a la mayor como ejemplo).

Pero lo que está mal es que esa hermana no sólo trate de imitarla, sino que directamente la quiera copiar, la mayoría de las veces incluso en forma inconsciente. Con lo cual, ya pasamos de una relación de hermanas muy unidas a una relación que yo la llamo “cola de perro”.

Cuando esto se ve de muy chicas tal vez no traiga consecuencias, pero a medida que crecen y se convierten en adultas, esto ya demuestra una falta de personalidad y madurez evidentes.

Este tipo de chica que ya dejo de ser una niña y que ahora es una mujer, e incluso con una familia formada, tenderá a imitar continuamente a la hermana mayor, comprándose la misma ropa que esta, yendo o queriendo ir al mismo gimnasio (aun viviendo muy distante una de otra), viendo que hace la mayor con sus hijos para hacer exactamente lo mismo con los suyos, etc., etc., etc.

Y esta falta de madurez ¿qué consecuencia acarrea?. Pues la hermana menor al quererse copiar de la mayor querrá estar viviendo la vida de ésta y no la propia.

Y cada uno de nosotros, se sea una mujer o un hombre, debe vivir su propia vida y no meterse en la vida del otro, ni para copiarse ni para perjudicarlo; porque Dios nos hizo independientes para que desarrollemos nuestro propio vivir.

Hasta ahora estarán entendiendo el concepto que en esta ocasión voy transmitiendo; primero comencé con un ejemplo excepcional como son los mellizos, luego desarrolle la relación de hermanas de poca diferencia de edad, cuyos casos son ya de mayor cantidad, pero a continuación voy a mostrar como esto que sucedió en los dos casos ejemplificados, se multiplica exponencialmente directamente entre las relaciones de las personas en general.

Pero antes de continuar con este concepto, volvamos a los dos casos anteriores y veamos que produce ese comportamiento (el tratar de copiar al hermano y sumirse a las decisiones que este toma, la mayoría de las veces en forma inconsciente):

Ese comportamiento del que cito en el párrafo anterior, no es otro que el conformismo, el de decir: el otro (por la razón que fuere) es mejor que yo y por lo tanto no puedo aspirar a más.

Y para explicar este sentimiento voy a citar a un refrán:

“Más vale ser cabeza de ratón, que cola de león”

Este refrán lo vi por primera vez colgado en la pared de alguien hace como veinte años, y en ese momento con su propietario discutí que yo prefería ser cola de león, porque desde esa posición podía ser luego cabeza de león, de lo contrario por más que fueses (le decía) de entrada una cabeza de ratón, ibas a ser toda tu vida un ratón.

Es decir yo en ese momento detestaba a ese refrán porque lo veía como un conformismo de los perdedores: Si no puedes ser capitán de los ganadores, entonces es mejor ser capitán de los perdedores.

Porque por más que alguno me diga: No, el significado de esa frase es que es mejor ser independiente con tus propias decisiones, aun con menor poder, que estar en una mejor posición recibiendo órdenes.

Sin embargo yo, aun cuando no conocía de la ley de la atracción, me decía porqué conformarse con lo menor, porqué tomar tus propias decisiones sólo en las pequeñas batallas, sino también en las “grandes ligas”.

Y hoy me doy cuenta que en cierta manera estaba equivocado, porque la opción no es cola de león o cabeza de ratón.

Porque la única opción que existe es ser león. Dios no concedió el poder para ser leones desde el momento en que nacimos, la diferencia radica entre unos y otros, que todos nacemos como cachorros de león; algunos crecen y se convierten en leones adultos y otros no pasan de ser toda su vida cachorros, ya sea porque se conforman al principio con la protección de la manada y luego porque creen que los otros son más fuertes y no luchan por lo que les pertenecen por derecho Divino.

Es decir, la dualidad no existe. No existe el ganador, por un lado y el perdedor por el otro. Las dos son definiciones de un mismo género, donde cada uno de ellas se ubican en el extremo de esa misma medición; es decir no son distintas clases, sino tienen sólo diferenciación de grado. Es como decir el frio y el calor, ¿Dónde termina uno y dónde comienza el otro?

Y en referencia a ello, todos fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto somos una parte indivisible de Él; somos cada uno de nosotros Dios, sólo nos diferenciamos de Él en grado.

Y con el éxito y el fracaso pasa lo mismo, son los extremos de lo mismo; el hecho que nos encontremos más cerca de un extremo que del otro sólo depende de nuestra actitud ante el reconocimiento de saber que, cada uno de nosotros tiene el poder de modificar ese presente, en la medida de que nos pongamos en acción con perseverancia, ante una meta que nos fijemos sostenida por una Fé inquebrantable.

Entonces volviendo al cachorro de león, ¿qué es lo que lo convierte en león adulto?. Pues el de seguir siempre adelante caminando para ir fortificando sus piernas y garras, subiendo y bajando montañas, unas más altas que otras.

Hasta que llegue el momento que luego de haber subido la cuesta más empinada que hasta ese momento les había tocado sortear, quieran pegar un grito diciendo: basta estoy cansado y en vez de ello por primera vez, les salga su primer rugido de león.

Y termino el presente artículo repitiendo esta frase que es el corazón de la ley de la atracción y que dijo Jesús, según el evangelio de Marcos (11,23-24):

23-Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

24-Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

lunes, 17 de mayo de 2010

LEY DE LA ATRACCION - ¿Un largo camino?

En realidad mi intención era titular este artículo de otra manera, pero iba a resultar si así lo hacía muy negativo, ya que mi idea era: “Un camino aburrido”.

Ahora ustedes se preguntaran porqué quería denominarlo de esa manera. Cuando uno piensa o dice algo debe hacerlo siempre guiado con el sentimiento y no simplemente con el razonamiento, porque ahí está el secreto de todo.

Entonces cuando yo digo un camino aburrido, estoy queriendo trasmitir cómo me sentí esta semana respecto a la ley de la atracción.

Y vean y aprecien la diferenciación del concepto que transmito con las palabras usadas; porque una cosa sería decir me siento bajoneado, deprimido, triste y otra distinta es expresar me siento aburrido.

Este sentimiento de estoy aburrido, lo podríamos ubicar en el medio de los extremos triste y feliz, es como decir que me paré a mitad de camino, no voy ni para atrás ni para adelante. Y si no hacemos nada respecto a esta posición terminaremos indefectiblemente tristes, porque quien no se adelanta termina retrocediendo, ya que la vida es avanzar continuamente.

Hasta ahora explique el concepto, pero ¿porqué tuve durante esa semana dicho sentimiento?

Haber, hagamos un poco de historia; yo venía de escribir varios artículos consecutivos que en lo personal me dejaron enseñanzas que me dieron la sensación de subir varios escalones a la vez sobre el evolucionar en el conocimiento de la ley de la atracción.

Y cada vez que sucedía ello recibía de alguna forma o manera, algún mensaje del Universo mediante algo que escuchaba de alguien o simplemente por la intuición, que en definitiva me iban guiando para realizar mi próximo paso.

Sin embargo esta semana pasada sentí luego de haber avanzado tanto por esas mismas enseñanzas que fui aprendiendo, que de golpe me veía que aún haciendo todo lo “correcto”, no avanzaba o no recibía nuevos mensajes que me siguieran guiando.

Es decir me sentía aburrido, más si consideramos que (enseñanza de por medio) mi último post había sido para criticar a otros, desviándome un poco de mi metodología de hablar sólo de mis actos y de mis propias experiencias.

Ahora, yo me sentía aburrido porque no recibía nuevos mensajes que me enseñaran a dar el siguiente paso o, ¿no sería qué a diferencia de otros momentos yo había estado recorriendo “ese camino” en forma recta durante varios kilómetros?, lo que me hizo aumentar consecutivamente la velocidad que iba imprimiendo en mi avance y como consecuencia de ello, ¿no habré sido capaz de ver esos “mensajes” por ir tan rápido?.

Porque el Universo siempre nos está mandando continuamente mensajes o comunicaciones. Si no los vemos no es que no estén, sino que no sabemos verlos.

Haciendo una analogía, cuando vamos en auto por una ruta y recorremos un camino de montaña con subidas y bajadas, girando a la izquierda y a la derecha, aunque nuestro viaje sea más largo y tarde más, siempre estamos avanzando y el recorrido se nos hace más ameno y divertido.

En cambio cuando realizamos un viaje por una ruta recta, sin variaciones de paisajes a nuestros costados, aun cuando avanzamos más rápido, nos sentimos aburridos.

Entonces lo que quiero decir es que a veces nos sentiremos así, pero no es que estemos haciendo las cosas mal, sino que estamos comenzando a avanzar tan rápido que perdemos esas sensaciones del contacto de lo que se denomina escala humana.

Es decir, si uno está parado en el pasto verde y lo ve de cerca y lo huele, la sensación será una, pero si a ese mismo pasto lo vemos desde un auto pasando a alta velocidad ya no nos dejará la misma sensación.

Por lo tanto debemos saber diferenciar que esa pérdida de sensaciones más bellas no es porque estemos mal, sino porque estamos avanzando con mayor ímpetu; y debemos saber que ese “pasto verde”, esos “mensajes que el Universo nos envía” siempre están, la diferencia sólo radica en que a cuanto mayor velocidad andemos los veremos a mayor distancia.

Entonces, ¿cuál era el mensaje que no supe ver la semana pasada, que sin embargo estaba ahí?. Porque en algunos casos, tal vez, si perdemos el mensaje indefectiblemente debemos esperar al próximo, sin embargo la mayoría de las veces el mensaje que no lo vemos a primera vista sigue estando ahí esperando a que lo leamos.

Así fue que la semana pasada recibí por medio de mi Web un mensaje de un lector que también escribe (pudiendo responderlo en ese momento esperé al día siguiente para hacerlo), donde me consultaba: ¿qué tal las conferencias? (recuerden que hace recién dos semanas que empecé a ofrecer en mi Web la contratación de conferencias).

Ahora bien, ¿cómo respondí?. Si yo hubiese actuado con una mentalidad solamente racional, le hubiera dicho que todavía no tengo novedades porque hace muy poco que comencé con mi objetivo de vender mis conferencias; sin embargo actuando con una mentalidad creativa (que es como uno debe moverse con la ley de la atracción), le contesté:

“Yo siempre estoy esperando que dentro de los cinco próximos minutos me llegue por mail alguna solicitud de alguna institución del mundo donde diga que quiera contratar una de mis conferencias; y cuando pasan esos cinco minutos y no recibo nada, vuelvo a plantearme como objetivo otros cinco minutos y así sucesivamente, ya que la Fé se demuestra con una perseverancia inquebrantable de que todo se puede conseguir.”

Es decir, al momento de recibir dicho mail, por más que en el mismo hacía referencia a mis conferencias, no me di cuenta de dicho mensaje sino hasta el momento de contestarlo; ya que al hacerlo me percaté que había producido mí quinta acción en concordancia con considerar a mi próxima meta como ya concretada (el de dar conferencias sobre la ley de la atracción).

Con lo cual vemos como el Universo nos va mandando señales para guiarnos en la concreción de nuestro último objetivo o interés en que estamos abocados.

Y por otro lado también vean profundizando el concepto de actuar con una mente creativa, como el estar esperando que esa meta se me cumpla dentro de los próximos cinco minutos (lo de este período de tiempo es sólo metafórico para ejemplificar la idea), y al reiterar continuamente dicho procedimiento, como estoy empleando una mente positiva en considerar esos primeros cinco minutos no como un fracaso, sino como el primero de una sucesión de pasos que me llevarán indefectiblemente a la concreción de mi objetivo.

Mientras que el actúa sólo con una mente competitiva, en la mayoría de los casos, considerará que esa sucesión acumulativa de cinco minutos, son una sumatoria constante y creciente de fracasos, que terminarán por hacerle abandonar su meta.

Es decir, si creemos que todo es posible (tener Fé) entonces no habrá nunca por delante fracasos, sino simplemente pasos algunos más alegres, otros menos, pero en definitiva son pasos que permitirán, perseverancia de por medio, acercarnos a nuestro éxito buscado.

Entonces cuando se encuentren aburridos, tómenlo como una advertencia de que se les pasó por alto una señal del camino; y ante ello presten atención y recuerden qué escucharon o vieron, que pueda contener esa “comunicación” que estaban buscando para guiarlos hasta su próximo éxito.

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

martes, 11 de mayo de 2010

LEY DE LA ATRACCION - LIbros ¿Ventas de vivos?

Este título lo había enunciado como uno de mis futuros artículos, en febrero de este año, en el post que titulé LEY DE LA ATRACCION – El péndulo.

Ahora bien, ¿porqué lo escribo justamente ahora?.

Porque ahora es cuando recién terminé de leer otro libro que baje gratis por la Web, titulado: “LA LLAVE MAESTRA” de Charles Hannel, que es uno de los mejores libros que he leído, y que trata al tema desde una perspectiva distinta a los demás y complementaria de lo dicho por otros autores (el enlace para bajarlo gratis ya está agregado en mi página web).

Y ¿qué fue lo que me motivo de ese libro para escribir este artículo en este momento?. Pues en el mismo una de las principales cosas en que hace énfasis y que se ubica al final del libro es la importancia del dar a los demás, ya que en la medida que demos así recibiremos (un ejemplo propio ya lo di en mí post Dar para recibir).

Entonces lo que quiero decir hoy es que cuando encontramos toda la información que hay en la Web sobre la Ley de la Atracción vemos que en la mayoría de los casos, este concepto de dar para recibir está invertido; es decir dicen: denme dinero y tal vez yo les de algo que les sirva (venta de libros, cursos, etc, etc, etc.).

Los eventuales autores o vendedores de mercadería sobre la ley de la atracción al leer mi artículo seguramente me dirán: Flaco estas escupiendo para arriba. Sin embargo lo que yo siento (no de todos, pero sí de una gran mayoría), es que esos autores les están escupiendo en la cara a los lectores al tomarlos por ingenuos.

Antes que nada hagamos una diferenciación de quien actúa como un intermediario (el Webmaster) y realiza su trabajo en forma responsable y consciente, vendiendo información por medio de la literatura impresa o e-book, tanto sobre la ley de la atracción como de cualquier materia o especialidad de que se trate, lo cual es respetable, porque en definitiva es su trabajo.

Y por otro lado están las personas sobre las cuales quiero hablar y que son esos autores que dicen saber sobre la ley de la atracción y venden libros y cursos diciendo que garantizan su resultado.

Y en esto quiero ser muy preciso: No me refiero y que es muy semejante, a los autores que escriben libros de autoayuda, los cuales los podemos clasificar como una especie de libros de psicología que ayudan a las personas a aumentar su autoestima y confianza; lo cual está perfecto, pero lo hacen desde una posición podríamos decir más terrenal que espiritual y por lo tanto es loable que quieran obtener ganancias por los servicios que están brindando.

Sin embargo y con esto quiero ser claro, yo me quiero referir a aquellos autores que dicen saber aplicar la ley de la atracción muy bien y venden “esa información” y hasta el mismo aire que respiramos.

Haber, entendamos el concepto. Primero: ¿Qué es la ley de la atracción, no como causa física, sino como concepto filosófico?.

La Ley de la Atracción, o las palabras que nos trasmiten para saber aplicarla correctamente, no es otra cosa que la palabra de Dios, ya lo dijo Jesús, según el evangelio de Marcos (11,23-24):

23-Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

24-Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Por lo tanto lo que quiero decir es: ¿ Porqué quien dice trasmitir las enseñanzas de esta ley cobra por ello?. Es exactamente lo mismo que decir que Jesús hubiese cobrado por predicar.

Quien dice trasmitir estas enseñanzas con sabiduría no puede estar cobrando por ello, o en todo caso que es lo que yo digo, debería volcar ese saber en un medio alternativo para que esa misma información les llegue a todos, sin tener porqué obtener una retribución por ese servicio dado.

Seguramente estos autores me dirán, tú dices esto por envidia, porque no tienes libros o cursos para vender. Y ante ello yo no les respondería, pero si les diría a ustedes que me están leyendo:

Analicen lo que les acabo de decir y de esa manera podrán saber diferenciar a quienes quieran ayudar realmente, de los que su único objetivo es obtener una paga monetaria.

Ahora yo sabía por la Ley de la atracción que al volcar está crítica a dichos autores, como consecuencia de la ley de la acción y la reacción, me iba volver dirigida hacia mí esa misma crítica.

Y grande fue mi sorpresa ya que ese boomerang me regreso al mismo tiempo que escribía este post como forma de autocrítica. ¿Por qué digo esto?

Al principio yo me decía que cuando escribiera mi primer libro sobre la ley de la atracción para sacarlo a la venta en forma impresa, iba a esperar un año para luego recién ofrecerlo gratis en la Web (pensando en voz alta que esa iba a ser la exigencia mínima de la supuesta editorial para imprimir dicho trabajo).

Pero en forma inmediata me dije (y ahí viene la autocrítica), está bien cobrar por el libro impreso porqué más del 80 % de su valor está compuesto por el costo de producción y distribución, ¿Pero por qué esperar un año para regalarlo en formato e-book? Acaso ello no sería de mi parte un acto discriminatorio hacia aquellos que no tienen dinero para comprar el libro en forma impresa (entiéndase bien, hablando únicamente sobre temas referidos a la ley de la atracción).

Entonces a continuación razone: Si me muevo con la ley de la atracción, por qué debo tener temor de que las editoriales no quieran publicar mi libro al mismo momento que lo regalo por la web.

Es decir, si yo tengo Fé de que así sea, así será; por un lado venderé el libro y por otro lado lo regalaré por la Web, sin que dicha editorial me ponga objeciones.

Si uno quiere dar el ejemplo de que con la ley de la atracción, entre otras cosas, uno puede hacerse millonario con sólo desearlo, ¿porqué vender esa información?. De lo contrario los únicos piolas que se harían millonarios serían aquellos que escriben sobre la ley de la atracción.

Por lo tanto, lo que quiero decir es que, si uno aplicando los postulados correctos de esta ley te puedes hacer millonario; eso mismo lo podrás conseguir en cualquier rubro. Y si tú objetivo, como el mío es (además de escribir novelas) de ganar dinero transmitiendo estas enseñanzas, porque después de todo uno está invirtiendo tiempo, lo correcto es que esa misma información que la vendes por medio de libros impresos (para aquellos que quieran tener la comodidad de sostener en sus manos un libro de calidad), también entregues esos mismos conocimientos por otro canal gratuito, como he dicho por medio de la Web por los e-book o artículos.

Lo mismo digo para las conferencias. En cuanto a las que yo imparta en el futuro no pondré ningún reparo para que quien quiera pueda gravarlas y volcarlas siempre en forma gratuita a la Web.

Y por otro lado al dejar explicitado como actuaré en el futuro referido a publicar libros y no cobrar porque alguien retransmita a posteriori mis conferencias en forma gratuita en la Web, lo que estoy haciendo con ello es concretar mi cuarta acción en concordancia (esto es una continuación de lo expresado en el anterior artículo) de considerar a mi próxima meta como ya concretada (el dar conferencias y escribir libros sobre la ley de la atracción).

Por lo tanto el mensaje que deseo transmitir referido al estar trabajando con la Ley de la Atracción, es el siguiente:

Es respetable que alguien quiera hacer dinero, pero siempre buscando obtener lo mismo en el otro y no al revés, que es a costa de esa misma persona.

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miércoles, 5 de mayo de 2010

LEY DE LA ATRACCION - Mis conferencias

Cuando me encontraba por escribir este artículo, estaba decidiéndome sobre qué tema hablar al mismo tiempo que miraba de reojo (figurativamente hablando) la nueva subpágina de mi Web, la que me moría de ganas por diseñarla.

Entonces me dije porqué no hacer las dos cosas a la vez: Diseñar dicha página que trata sobre los honorarios que cobraré por cada conferencia que dé en el futuro sobre la ley de la atracción en cualquier parte del mundo, y a su vez transmitir la enseñanza que esto me deja.

Y de esta manera también continuar profundizando el nuevo concepto desarrollado en mi anterior artículo.

Es decir en dicho artículo dije, que por primera vez hacia una acción como si mi deseo ya estuviese cumplido, cuando en la realidad o debería decir con más corrección, cuando en este presente que conocemos, ese deseo todavía no se concretó.

Esa primera acción a que me refiero fue comenzar los trámites para renovar el pasaporte. Hoy estoy esperando a que me llegue por correo el nuevo pasaporte, que estimo será a fines del mes de junio.

Y hoy estoy concretando la segunda acción que va dirigida a creer firmemente en la concreción de mi nueva meta, es decir publicar en la Web la lista con los honorarios que cobraré por cada conferencia que realice.

Ahora si ustedes me estuvieron siguiendo con mis artículos desde el principio, verán como fui evolucionando en esa “emoción” que es indispensable para que se concreten nuestros deseos.

Siendo este artículo junto con el anterior, donde se produjo en mí ese cambio de mentalidad de la que todos los autores hablan.

Yo había dicho que hasta el anterior post no había invertido un solo peso. Es decir mientras me había movido con objetivos concretos no había tenido gastos.

Sin embargo a partir del momento que me manejé con la “emoción” de creer que esa meta ya estaba cumplida, cuando en la realidad terrenal todavía no se materializó, fue en ese instante que realicé mi primer gasto: Los $ 130 (que son aproximadamente unos 33 dólares) para solventar el costo que implica la renovación del pasaporte.

Y en este momento aguardando a que me llegue el pasaporte, me siento como el chico que espera su primera bicicleta que le será traída por Papá Noel.

Pero atención, no quiero decir con esto que me crea que al otro día de tener el pasaporte va a venir alguien a contratarme para una conferencia.

Si bien creo firmemente que ello sucederá, se que el momento y día exacto lo determinará Dios. Pero lo importante de esto vuelvo a reiterarlo, es esa “emoción” que no es creada en forma ficticia sino que nace naturalmente.

Pero antes de seguir profundizando este concepto de la emoción y de cómo ir realizando acciones pensando en que la meta ya está concretada, voy a continuación a plasmar los importes que cobraré por cada conferencia según el idioma en que deba dictar cada una de ellas, para que con esta planilla ya en mano, poder realizar el análisis del que hablo más arriba.

IMPORTES A COBRAR POR CONFERENCIAS DICTADAS SOBRE LA LEY DE LA ATRACCION

En todos los casos cada conferencia estará conformada por una duración de 90 minutos, distribuida en dos secciones de 45 minutos cada una, con un intervalo de 15 minutos.

Las conferencias serán dadas originalmente en idioma español.

El importe a cobrar (libres de impuestos) por conferencia, independientemente de por cuantas personas este conformado el auditorio, será el siguiente de acuerdo al día de la semana en que se dicte la misma:

De LUNES a JUEVES el costo será de 7000 dólares billetes estadounidenses.
De VIERNES a SABADO el costo será de 70.000 dólares billetes estadounidenses.

A estos costos habrá que sumarles los viáticos de traslados desde Mar del Plata, Argentina hasta el lugar donde se realice la conferencia, incluyéndose también los gastos de hospedaje y de alimentación respectivos.

Las reservas (con el pago total) se realizarán con una anticipación de 30 días como mínimo, a través de una transacción por medio de PAY PAL o por cualquier otro medio que yo determine oportunamente según el caso de que se trate.

Por otro lado si bien sólo hablo el español, no tengo ningún problema en realizar la conferencia en cualquier idioma o dialecto que exista en el mundo (porque mientras haya alguien en el mundo capaz de enseñarme cualquier dialecto, yo también seré capaz de aprenderlo), pero a cambio del esfuerzo por aprender el idioma que se me exija, los valores a cobrar por dichas conferencias, independientemente del día de la semana en que se dicten serán los siguientes:

Conferencia dictada en cualquier idioma en cuyo país se considere como el primer idioma oficial, el costo de cada conferencia será de 700.000 dólares billetes estadounidenses.

Mientras que si el idioma a hablar en la conferencia corresponda a un idioma y/o dialecto que no es considerado como el primer idioma oficial del país en donde esta contratada la conferencia, el costo por dicha disertación será de 7.000.000 de dólares billetes estadounidenses.

En todos los casos (tanto para las conferencias dictas en español o en otro idioma) la persona o Institución que contrate mis servicios deberá instrumentar (y solventar totalmente los costos que esto implique) los medios correspondientes y necesarios para disponer de un salón de conferencias adecuado para tal fin, para la fecha en que se deba realizar la disertación respectiva (con sistema de audio adecuado y personal para acomodar y ubicar el público que tenga derecho a estar en ese momento en la charla).

Para los casos que las disertaciones sean en un idioma distinto al español, el contratante del servicio deberá hacerse cargo de todos los viáticos que implique mi permanencia durante 12 meses en el país o región cuyo idioma deba aprender, incluyendo el pago de todo el personal que se ponga a mi disposición para lograr el objetivo propuesto.

Deberán ponerse a mi total servicio dos profesores bilingües en forma intercalada durante 12 horas diarias y durante los doce meses.

Mi permanencia en dicho país fluctuará aproximadamente con una estadía de 20 días continuos, seguidos por diez días en Argentina o en cualquier otra parte del mundo al que eventualmente deba viajar por la razón que fuere.

Cada vez que se cumplan los 20 días y viaje a otra región, me deberá acompañar uno de los profesores para seguir con la enseñanza y práctica respectiva. En este caso los viáticos de traslado, hospedaje y comida tanto míos como del profesor que me acompañe irán a mi cargo (no así los honorarios del profesor).

En el caso de las conferencias con aprendizaje de idiomas, el pago se realizará en diez cuotas mensuales iguales y consecutivas por medio de una cuenta bancaria a determinar por mi parte. Esto se realizará de esta manera para que al cumplimiento de cada 30 días, el o los profesores contratados, viertan su opinión de si corresponde realizar el pago atento a que se cumplieran o no las pautas de aprendizaje preestablecidas para cada período vencido.

La excepción a esto será la reserva pagada con anticipación y no reembolsable de 70.000 dólares, la que en el caso de no continuarse con los pagos sucesivos, dará derecho al contratante a una conferencia en español en fecha a determinar de común acuerdo conmigo.

Bien, hasta el párrafo anterior vieron lo que se constituirá (provisoriamente, ya que periódicamente iré agregando especificaciones) en la subpágina de mi Web donde ofreceré mis servicios.

Ahora, si prestaron atención (y aquí viene la enseñanza que quiero transmitir) verán que presenté 4 tipos de conferencias, según el idioma y día en que se imparta cada disertación.

Las dos primeras pueden llegar a considerarse razonables, incluso la segunda si se realiza en alguna capital europea.

Pero las dos últimas opciones, la de 700.000 dólares y la de 7.000.000 de dólares, para quien lee esto entrando en mi página sin creer en la ley de la atracción, dirá que con esas pretensiones de honorarios estoy “remamado”. Incluso quien entiende sobre este tema puede llegar a decirme: Yo no creo que estés remamado, pero dime la verdad ¿no tomaste aunque sea un poquito?. Porque en definitiva quien va a pagar semejantes cifras, cuando le saldría mucho más barato pagarle al traductor más caro del mundo.

Y ante esas supuestas exclamaciones de esas dos personas imaginarias yo les debería responder: Sí tienen razón (no en cuanto a que estoy borracho) pero sí que mí planteamiento no tiene nada de razonable.

Pero justamente ahí es donde está la cuestión de fondo de la enseñanza que quiero dejar:

La ley de la atracción no se mueve por medio del razonamiento, sino de la emoción que surge del tener Fé; Fé en que Dios nos cumplirá nuestros deseos, porque en definitiva nosotros sólo nos tenemos que preocupar por pedir lo que deseamos con emoción y perseverancia y Dios se encargará del resto, porque para El todo es fácil, no existe nada que le sea difícil o imposible.

Por lo tanto yo no me tengo que andar preocupando o pensando quien va a estar dispuesto a pagar y porque dichas cifras, simplemente lo doy como una posibilidad real y concreta.

Entonces cuando yo planteo los honorarios que cobraría para quienes quieran que dé la conferencia en otro idioma, no estoy diciendo que voy a dar las conferencias sí o sí en otro idioma que no sea el español, estoy diciendo que ante esa posibilidad, hice todas las prevenciones necesarias para ello, para cuando así pueda ocurrir.

Porque en definitiva, en la medida que creamos que puede suceder, estamos dejando la puerta abierta para permitir que así suceda. Es lo que yo he dicho en estos dos últimos artículos, hay que producir acciones con la emoción mediante, que solidifiquen las bases de nuestros deseos como si estos estuvieran ya concretados.

Y respecto a esto último, todas esas especificaciones que realicé de cómo debería ir aprendiendo otro idioma, son en este desarrollo, lo que sería mi tercer acción en línea con mi objetivo o meta propuesta.

Es decir cuánto más pasos realicemos en armonía para que esa meta se concreté como nosotros planeamos, más cerca estaremos de la materialización de la misma.

Por lo tanto si yo soy capaz de ejecutar acciones que van en sintonía con mis deseos, como si estos ya estuviesen concretados; aun cuando para la mayoría les puede parecer ridículo, entonces cómo ustedes no van a hacer lo mismo, cuando sus deseos en general son más razonables que el que acabo de plantear y además ustedes lo hacen en silencio sin miedo a pasar vergüenza.

Porque yo al publicarlo en la Web lo estoy gritando a los cuatro vientos, por un procedimiento necesario para transmitir la enseñanza que quiero dejar, pero ustedes en cambio lo pueden hacer sin que nadie se entere.

Y si alguna persona me preguntara: Esta bien que los cuatro tipos de conferencias tengan valores diferentes porque representan distintos esfuerzos para llevar a la concreción cada una de ellas, pero ¿porqué esas cifras determinadas? Y en ese caso les respondería:

Porque por una cuestión simbólica de lo que significa el número 7, los honorarios estipulados deben comenzar con dicho número (su significado lo voy a aclarar en el futuro en otro artículo).

Por lo tanto la única forma de diferenciar en cifras el importe de cada conferencia es ir agregando un cero a cada una de ellos, de tal forma que quedan los importes ya determinados respectivamente (7000, 70.000, 700.000 y 7.000.000).

Y termino el presente artículo repitiendo esta frase que es el corazón de la ley de la atracción y que dijo Jesús, según el evangelio de Marcos (11,23-24):

23-Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

24-Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.


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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.